Fábula. Revista literaria
Asociación Riojana de Jovenes Escritores y Artistas
ISSN: 1698-2800
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TONTERIAS
Patrice Williams (Traducción
de Mª Luisa Lázaro Larraz)
Fábula Nº 15, 51-54
Oigo como fuera un cubo
de basura cae produciendo un ruido metálico.
Y a Bigboy. Me imagino que está otra vez aullándole
al basurero. El gato ronronea satisfecho mientras se
restriega contra mis pies. Son las 4 y 11 de la madrugada
y estoy sentada sobre la taza del váter contemplando
un trozo de cielo rojizo. A través de una lluvia
ligera distingo la masa brumosa de los árboles
cuyas ramas, que parecen venas, bloquean parcialmente
mi visión. Una fresca brisa entra por la ventana,
haciendo que me estremezca y al mismo tiempo me sienta
bien. Sigo teniendo un regusto desagradable en la boca,
pero ya no siento naúseas.
Lo conocí en el
pasillo número diez del Piggy Wiggly,
mientras buscaba entre las abarrotadas estanterías
pastillas de adelgazamiento rápido. Pero no había
pastillas de adelgazamiento rápido, sólo
un incongruente expositor de juguetes caros. Hacía
frío y me apetecía un chile con queso
y cebolla. Era uno de esos días en los que de
verdad no te apetece ver a nadie. Estaba sudada después
de la clase de aeróbic. Llevaba las mallas negras
llenas del pelo blanco de mi gato y la camiseta sucia.
-Tienes buen aspecto
muchacha- dijo un hombre. Su voz y su piel tenían
reminiscencias de miel. Era bajo y delgado, pero su
risa era contagiosa.
-Lo sé- respondí
devolviéndole la sonrisa
-¿De machacarte
en el gimnasio, eh?-
Esta vez no respondí
nada. Para qué diablos se creía que llevaba
esa ropa. No tenía tiempo para tonterías.
-Adelgazante rápido
¿Qué estás haciendo con el adelgazante
rápido, chica? No hay nada malo en estar rellenita.
De hecho a mí me gusta-
-No me digas-
-¿Has probado el
Adelgazante Rápido de Piña y Naranja
mezclado con un poco de vodka y algo de
?-
(No sé como me
las arreglo para tropezarme siempre con tipos chiflados
en el momento más inoportuno. Claro que los que
no están chiflados, son unos muertos de hambre.
Y si no son unos muertos de hambre son unos plastas
insufribles
)
-¿Qué tal
te suena?-
-¡Guau! ¡Muy
bien!-
-¿Cómo te
llamass, muñeca?-
-¡Guau!- dije mirando
el reloj
-¿Guau? No te habrás
olvidado de tu nombre, eh muñeca?-
A partir de ese momento
Chauncy siempre me llamaba muñeca. Creo que se
le olvidó que yo tenía nombre.
Me sentía débil
y tenía naúseas. Como si fuera a desmayarme
allí mismo, en el pasillo número diez
del Piggly Wiggly. Necesitaba comer algo, así
que corté toda aquella cháchara y le invité.
No era lo que se dice un chollo pero no estaba tan mal.
No es que me atrajera intelectualmente pero no me importaba.
Su sonrisa era atrayente, yo estaba hambrienta y sola
y necesitaba comida y compañía. No me
siento culpable por ello, como dice mi amiga Jojó
"la caridad empieza por uno mismo". Nos comimos
un chuletón, perfectamente asado y salpimentado,
después salmón fresco y patatas gratinadas,
y bebimos sorbete de limón, fuerte y dulce a
la vez. De madrugada entramos en La Pequeña
Sicilia y nos tomamos un tentempié. Pan con
queso y pasta con salsa.
-¿Un tentempié
de madrugada?- me preguntó mi amiga Selma cuando
le conté mi primera noche con Chauncy.
-Humm. Así que
en esas andamos. Pues sí que teníais hambre-
-No es lo que estás
pensando. Simplemente teníamos hambre porque
la cena no fue muy abundante-
-En todo caso es cosa
tuya, pero por lo menos no me mientas. Acuérdate
de lo que dice, ¿cómo se llama?, Kizzy,
en Raíces . Nadie va a comprar la vaca cuando
puede tener gratis toda la leche que quiera-
-Yo no soy una vaca-
-Es sólo una analogía-
-Una analogía muy
poco afortunada, en todo caso. No hay nada de malo en
que dosadultos estén de acuerdo en intimar si
quie
-
-¿La primera noche?
Me imagino que la señorita Cosa
-
-¡Coño! Yo
no me llamo Mónica. Puedo acostarme la primera
noche si me da la gana. Ya soy mayorcita. Te recuerdo
que soy la que paga las facturas en esta casa-
-Chica, todo lo que estoy
intentando decirte es que tengas cuidado. Ahí
afuera los negros están a la que salta ¿vale?No
les preocupa nada más. Todo lo que quieren conseguir
es lo que tú ya sabes. No les preocupa más
que su jodido ego-
-¿Y qué?
No estoy buscando una relación sentimental precisamente.
Sólo buscaba lo que buscaba ¿Para qué
quiero una relación sentimental? ¿Para
cargarme con un tío que me joda la vida? No,
gracias. No necesito un hombre que me cuide, puedo hacerlo
yo sola. Pero de vez en cuando necesito como todo el
mundo que alguien me dé lo que no puedo proporcionarme
yo misma-
-Sí, sí
puedes. Se llama masturba
-
-No. A mí no va
eso. Lo dejo para ti-
-Todo lo que intento decirte
es que tengas cuidado-
-Sabes que lo tendré-
Fuera hacía frío.
Las luces navideñas se reflejaban en los charcos
de nieve derretida. Cada vez que respiraba podía
ver como se formaba un vaho blanco. Era la primera vez
que paseábamos juntos. Tenía ganas de
cogerme de su mano. Tenía ganas de olerlo, aunque
estuviera sudoroso después del partido de baloncesto.
Quería que me abrazara, y me besara, y me respetara,
y me valorara, y
. Pero no quería ser yo
la que diera el primer paso.
Así que seguí
caminando junto a él, con las mangas de la chaqueta
cubriéndome las manos, la cabeza baja, mirando
fijamente el cemento agrietado y las huellas de Chauncy
sobre la nieve pisoteada.
Cuando llegamos a Greenwood,
donde todas las busconas trabajan para Chauncy, él
comenzó a caminar dos pasos por delante de mí,
como si no quisiera que le manchara la gabardina. Los
pantalones resbalaban de su escuálido trasero.
De vez en cuando intentaba tirar de ellos hacia arriba,
pero daba igual porque los bajos ya estaban empapados
de nieve. ¡Me parecía tan guapo! Se frotaba
las manos contra los brazos como si tuviera mucho frío.
Hizo que me sintiera mal porque había tenido
que prestarme su chaqueta.
-¿Qué vas
a hacer entonces?-
-¿Qué quieres
decir con que qué voy a hacer entonces?-
-¿Vas a seguir
adelante con ello?-
-¿Ello? Estás
hablando de un bebé, no de "ello".
Es tu bebé, Chauncy-
-¿Estás
segura?-
-¿Qué quieres
decir con que si estoy segura?-
-¿Estás
segura de que es mío? Sé como sois las
tías. Mira, Destiny-, por fin recordó
mi nombre -yo no estoy preparado para tener un niño.
Si necesitas dinero para el abort
-
Como ya he dicho antes,
no tengo tiempo para tonterías ¡Qué
se largue! No necesito un Chauncy que pague las facturas,
me cuide o me haga feliz. Puedo hacerlo sola.
Supongo que debería
levantarme de la taza del váter e intentar arrastrarme
de vuelta a la cama. Puedo cuidar del niño ¡Claro
que puedo! Pero entonces ¿por qué deseo
que él esté aquí? ¿Por qué
deseo que esté aquí saliendo de la ducha
oliendo a Irish Spring y que frote su cálida
espalda contra la mía, y que eso sea más
que suficiente?
Tonterías.
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Última modificación:
19-07-2017 11:21
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