Fábula. Revista literaria
Asociación Riojana de Jovenes Escritores
y Artistas
ISSN: 1698-2800
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de la revista
Sumarios
TIRESIAS
Oráculos, reflejos
Giulano Mesa
Fábula Nº 22, p. 14
(Traducción de Jeamel Flores Haboud)
“debes mantenerte en vida, Tiresias,
es tu condena”
I. ORNITOMANCIA. LA DESCARGA DE MANILA. SITIO PANGAKO
Vez. Viento con vuelo con el mar, dentro, de las fúlicas.
vez que vienen del mar y no regresan,
se juntan en bandadas con estorninos negros, por el
río.
mira como se lanzan sobre la comida,
como la devoran, devorándose,
haciendo piruetas en el aire.
siente como les cruje el pico, los espolones,
que gritan, enganchando, haciendo aventones, en manada,
escucha la larga parada de conquista, la fetidez,
siente que vuela de la descarga, el álveo,
donde está el arroyo del río,
el cataplasma de los escombros,
donde está la casa de los durmientes,
que sueñan transmutarse en alas.
casa de los renegados, repelentes,
refugio al rechazo, y alimento, para ellos,
aventados allí quién sabe de dónde,
en el letargo, en su leteo, lentos,
haciendo granos de la tierra nueva,
ovillos de trapos, bípedos escarabajos
que vuelan hacia lo alto, en gajos,
cuando de arriba llega otra hambruna.
Trata de mirar, trata de taparte los ojos.
II. PIROMANCIA, LAS MUÑECAS DE BANGOK
humo, nubarrones, enjambre de conchas negras.
queman las almendras de los ojos, las falenas,
los dedos chicos y encallecidos, las manos cansadas,
cansadas.
queman, descarnadas, en alisar mejillas,
las conchas hinchadas de los párpados
que se cerrarán.
humo arrastrado, que descolora,
que se lleva las mejillas, regordetas, de las muñecas,
las piernas colgantes, que hacen el movimiento de repetir,
en columpio, en vilo de pie, que aplaca,
juego que no termina, nunca,
que no llega, nunca,
tiempo para recordar, después,
para regresar donde se estuvo.
a jugar el juego del silencio,
al preparar regalos, maravillas, a montones,
pasadas por las manos de una en una,
para hacer centellar, los ojos cansados,
tenerlos abiertos, siempre,
y cuando llega el fuego, que chispea,
entonces, jugar a irse lejos,
gritando, con los ojos cerrados.
Tú, si sabes decir, dilo, dilo a alguien.
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¿a redecirte qué cosa?
decir del aire fresco
de la faringe cerrada,
el anhelo endurecido,
inmóvil,
este no prender y no perder
ya perdido, el tiempo,
todo el tiempo,
en el solo signo certero: apretar,
cerrar,
sin más entregarse a lo posible
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¿a quién le darás cuenta?
¿por quién
serás medida de horas
serás tañer, y latir,
constancia de respiro?
o más bien de la distancia, el estar lejos,
el latido del ansia,
el cuerpo a reposarse
dentro de su tibieza,
en sus confines, allí,
confinado,
piedra sobre el polvo,
si quieres
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y lentamente
se desenvuelve,
y se hace bola,
nudo en la garganta,
curva en la vorágine
y vértigo
sintiendo todo junto,
que todo es un solo tiempo
que no hay,
que no hay tiempo
y después,
que se aplaca,
cuando puedes reescuchar,
el hálito que respira,
el párpado que aletea,
siente subir
hasta la nuca,
que como vaina,
como vagido,
repite ir, ser,
ser parte
III. IATROMANCIA. MANIATAN PROJECT.
nombres. nombra todavía, replica, escarneces.
consientes el crecimiento, reduces la amalgama,
que se esparza, se hunda, transcurra por cada donde.
nombra siete veces el día y la hora,
también por hoy haces todo el trámite,
así no será en vano.
jadea, rumia, así no pasará,
no será en vano todo su deshacer, haciendo todavía
espacio,
abriendo paso, y que se reviente, después, dentro
de su vacío,
que te lo excava dentro, el tiempo, el suyo,
las grutas, los antros, las cavernas,
regenerando a ti,
nicho de cópulas infinitas,
el elegido, de casualidad que da gloria.
cuenta que te da fuerza, cada minuto,
transcurrido en el decoro, y la tenacidad, fiera,
porque lo exige el hado, y la omnisciencia,
valiente esperanza, luz para los probos,
que en cambio era tan solo prueba abierta,
experimento, tan solo el cuentarrevoluciones de los
motores,
el cuentalatidos, al corazón de quien detona,
y tú eres la experiencia, la verifica.
Coge este regalo y vete, ahora, ahora que sabes.
IV. ONIROMANCIA
cóncava, para recoger, agua de lluvia,
densa, oscura de polvo, y plumas, albumen,
resplandecientes, aquellos filamentos rojos, luces que
son relámpagos,
hacen temblar fuerte, el agua, en las cuencas,
que son manos medio cerradas,
son moluscos, musgos,
resina que brilla resplandeciente,
dura, cerrando las fisuras.
sabes. tan solo está la cavidad, el hueco, la
cuenca.
no has excavado tú, con tus manos,
que tiemblan mórbidas en el sueño, pingües,
ni él, de quien recibe luz, y tú no sabes
con qué herramientas, dóciles,
se hace la cirugía.
con sus tibias pequeñas, al llevarme,
titubeante, que siento el olor del ocaso
las luces que se adensan, se incrustan,
la misma resina que cuece en tu sueño,
los mismos grumos que se hielan,
después las navajas, los fórceps, aquel
lento relámpago,
oscuro, que lo oscurecía, mudo,
inmóvil, llevándolo consigo.
La luz, esta luz, nunca será la tuya.
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está ,esta oscuridad,
el livor,
la patina, se dice,
la resina, el óxido,
en fin –
¿en fin la sombra que encubre la sombra?
¿será así de verdad?
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las partes,
cuántas son,
por cuántas veces
cada una
no retorna,
las partidas,
el repartirse,
tú que quedas,
cuántas,
todavía cuántas,
para saber,
no querer saber más
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¿y decir las últimas palabras?
¿y cuáles?
¿llevárselas con uno?
¿y dónde?
V. NECROMANCIA. MASSENGRÄBER
dónde está sumergida por la nieve, las
capas,
allá donde la tierra es oscura, limpia, sin surcos,
sobre el umbral, trata de llamar, allá, llamar,
sintiendo tan solo tu voz, que llama,
bajo las capas, bajo
la nieve lúcida,
bajo la tierra negra,
llama hasta deshacerte, hasta gemir.
no regresarán nunca más, sino en sueños,
insomnios,
sino allá abajo, su réquiem, ¿dónde?
las sombras vagarán, aquí, miríadas,
todavía a bullir, ellos,
buscando su nombre.
¿y llevas la leche, y la miel?
¿el vino dulce, la harina cebada?
no puedes tampoco escucharlos silbar,
aquel su graznar, el chisporroteo, el jadeo,
el murmullo que hacen haciéndose tierra,
no sientes, sientes graznar el cuervo,
que ve regresar la sombra,
sobre la nieve, de otra luna amarilla.
calla. lleva las manos al rostro, anuda tus cabellos.
todavía no has recogido tu narciso, y el croco
ya florece.
7 – EPÍLOGO
te dejo aquí
con estas nubes cargadas de lluvia
estriadas por un fulgor
que te despertará también mañana,
cuando tendrás más recuerdos,
para pensar.
voy
en la penumbra que queda,
adonde regreso, ahora,
ahora que podrá recomenzar,
que podría,
ahora está tan solo el deseo:
dejar, dejar intacto
este momento antes del dolor,
cuando el dolor
se ha vuelto cantilena de consuelo
y después silencio,
este silencio que sentimos juntos,
ahora – es ahora que sabemos,
en este momento que divide
te dejo aquí
Notas
I. Ornitomancia. La discarica, Sitio Pangako.
En Julio de 2000, se produjo el más grande derrumbe
en Manila, el cual sepultó Sitio Pagako (“La
tierra prometida”), una aglomeración de
barracas pobres que la circundaban, y mató a
cientos de habitantes, que sobrevivían excavando
en los desperdicios
II. Piromancia. Las muñecas de Bangok
En Marzo de 1993, en Nakhon Pathom, en Tailandia, se
incendia y se derrumba una fábrica de muñecas.
Quinientas de las cuatro mil obreras, todas jóvenes,
muchas menores de edad, que trabajaban ahí en
condiciones infrahumanas(casi como esclavas), mueren
en la hoguera.
III. Iatromancia. Manhatan Project.
Experimentos militares sobre población civil
o militar inocente, sin permiso, fueron realizados en
los Estados Unidos a partir de los años 40 y
a lo largo de 30 años. Muchos de estos experimentos
se realizaron dentro del ámbito y con el apoyo
del llamado Maniatan Project.
IV. Oniromancia.
A mediados de los años 90, los comerciantes de
órganos, en particular entre el Brasil y los
Estados Unidos, se especializaron en extraer órganos
de cuerpos vivos, sobre todo de niños.
V. necromancia. Massengräber.
Los muertos insepultos, las fosas comunes...
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Última modificación:
19-07-2017 11:21
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